Nuevas formas de enseñar: Métodos alternativos de enseñanza.
Educación Disruptiva: Métodos Alternativos de Enseñanza de Historia en España
La enseñanza de la historia en España está atravesando una etapa de transformación. Durante décadas, el método predominante fue el enfoque tradicional: clases magistrales, libros de texto y exámenes escritos. Sin embargo, en los últimos años, han surgido nuevas formas de enseñar que buscan involucrar más activamente al alumnado y fomentar un aprendizaje más significativo y duradero.
En este contexto, la llamada educación disruptiva propone romper con los esquemas clásicos, incorporando herramientas innovadoras, tecnologías emergentes y metodologías participativas. En este artículo, exploramos cómo estas nuevas formas de enseñar están impactando la forma de enseñar historia en las escuelas de primaria y secundaria en España.
Del libro al entorno: Aprender historia más allá del aula
Uno de los cambios más relevantes es la salida del aula como espacio exclusivo de aprendizaje. Cada vez más centros educativos en España incorporan salidas pedagógicas, visitas a museos, y recorridos urbanos para acercar el conocimiento histórico al entorno real del alumnado. Estas experiencias permiten contextualizar los contenidos del currículo, despertar la curiosidad y reforzar el aprendizaje vivencial.
Además, iniciativas como las aulas al aire libre y el uso del entorno urbano como recurso educativo ganan terreno, especialmente en ciudades con un fuerte patrimonio histórico como Barcelona, Valencia, Sevilla o Madrid.
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP): Historia con sentido
El Aprendizaje Basado en Proyectos es otra estrategia ampliamente adoptada en escuelas españolas. En este enfoque, el alumnado investiga un tema histórico a través de actividades que integran distintas áreas del conocimiento, promoviendo así un aprendizaje interdisciplinar. Por ejemplo, un proyecto sobre la Guerra Civil Española puede incluir análisis de fuentes primarias, entrevistas a testigos, mapas históricos y dramatizaciones.
Esta metodología fomenta el pensamiento crítico, el trabajo colaborativo y la autonomía del alumnado. Además, permite desarrollar competencias clave como la comunicación, la gestión del tiempo o la resolución de problemas.
Gamificación y herramientas digitales
La tecnología también ha transformado la enseñanza de la historia. Herramientas como Kahoot, Genially, Time.Graphics o Google Earth permiten crear líneas del tiempo interactivas, mapas históricos dinámicos y juegos de preguntas que hacen más atractiva la clase de historia.
Además, plataformas como Histoclip, Timeline JS o incluso videojuegos como Assassin’s Creed Discovery Tour se utilizan como recursos para profundizar en épocas históricas de forma lúdica.
La realidad aumentada (AR) y la realidad virtual (VR) también están comenzando a implementarse en centros educativos para que el alumnado pueda “visitar” civilizaciones antiguas o recorrer reconstrucciones virtuales de monumentos históricos.

Aprendizaje emocional y conexión con el presente
Otra característica de la educación disruptiva es su enfoque emocional. La historia no se presenta solo como una cronología de hechos, sino como una narración humana que permite reflexionar sobre el presente. Metodologías como el storytelling o el role playing permiten al alumnado empatizar con personajes históricos, analizar dilemas éticos y comprender las consecuencias de ciertos acontecimientos.
Además, hay un creciente interés por trabajar la memoria histórica y los derechos humanos en el aula, promoviendo una visión crítica y plural de los relatos del pasado. En este sentido, el currículo español incorpora unidades específicas sobre el franquismo, la transición democrática y el exilio, entre otros.
La importancia del patrimonio local
Muchas escuelas están redescubriendo el valor del patrimonio local como recurso educativo. Analizar la historia del barrio, la evolución del paisaje urbano o los cambios en la arquitectura permite al alumnado comprender mejor su entorno y desarrollar un sentido de identidad y pertenencia.
En ciudades como Sabadell, Sant Cugat o Badalona, se están impulsando proyectos que conectan los contenidos de historia con el pasado industrial, agrícola o comercial de cada zona, enriqueciendo así el currículo oficial con elementos cercanos y tangibles.
Conclusión: Una historia más viva, crítica y participativa
España avanza hacia una enseñanza de la historia más conectada con el mundo real, donde los estudiantes dejan de ser espectadores para convertirse en protagonistas de su propio aprendizaje. Las metodologías disruptivas no solo mejoran el rendimiento académico, sino que también fomentan una ciudadanía activa, crítica y consciente.
Replantear cómo enseñamos historia no es una moda, sino una necesidad. Y en este cambio, tanto el profesorado como los centros educativos juegan un papel clave para construir una educación que inspire, cuestione y transforme.
Conoce nuestros tours para escuelas