¿Un colegio sin religión, sin castigos y con ciencia? En 1901, eso era dinamita
En pleno corazón de la Barcelona modernista, mientras Gaudí levantaba templos y los burgueses paseaban por el Passeig de Gràcia, un hombre llamado Francesc Ferrer i Guàrdia fundaba algo aún más provocador que una fachada de trencadís: la Escuela Moderna.
Este colegio no solo enseñaba ciencia, higiene y pensamiento crítico, sino que lo hacía sin curas, sin castigos y sin miedo a cuestionar el sistema. En otras palabras: era una bomba educativa.

El contexto: una educación dominada por la Iglesia
A comienzos del siglo XX, el sistema educativo en España estaba profundamente controlado por las órdenes religiosas, como los dominicos, maristas o jesuitas. La enseñanza era dogmática, centrada en la religión, la obediencia y la memorización. La educación pública era escasa, y la privada estaba al servicio de la moral católica y del poder conservador.
En ese contexto, la Escuela Moderna fue una auténtica revolución pedagógica y cultural. Un proyecto antisistema que desafiaba directamente los pilares ideológicos del Estado y la Iglesia.
¿Quién fue Ferrer i Guàrdia?
Francesc Ferrer i Guàrdia fue un pedagogo, librepensador y activista catalán que creía que la educación debía ser la herramienta para liberar a las personas de la ignorancia, la religión impuesta y la obediencia ciega.
Inspirado por el anarquismo y el racionalismo francés, fundó en 1901 la Escuela Moderna en Barcelona. Su objetivo: formar ciudadanos libres, críticos y responsables. Su método: eliminar la religión, fomentar el pensamiento científico y tratar a los niños como seres humanos, no como soldados en miniatura.
¿Qué tenía de “moderna” esta escuela?
- Nada de religión: Ni catecismo, ni confesiones, ni estampitas. Solo ciencia, ética y filosofía.
- Educación mixta: Niños y niñas aprendiendo juntos. En 1901, esto era casi ciencia ficción.
- Sin castigos físicos: Porque educar no es domar.
- Excursiones, laboratorios y debates: Aprender haciendo, no repitiendo.
- Materiales propios: Libros escritos por científicos y pensadores progresistas, no por clérigos.
¿Y cómo acabó todo?
Spoiler: mal.
En 1909, tras la Semana Trágica de Barcelona, Ferrer fue acusado (sin pruebas) de instigar la revuelta. Fue fusilado en Montjuïc, y su escuela cerrada. Pero su legado se expandió por Europa y América Latina, donde surgieron decenas de escuelas inspiradas en su modelo.
Hoy, Ferrer i Guàrdia es un símbolo de la educación libre y laica, y su historia sigue siendo tan incómoda como inspiradora.
¿Qué tiene que ver esto con el humor?
Todo. Porque la historia de Barcelona está llena de personajes que se tomaron la vida (y la educación) muy en serio… y eso, visto con perspectiva, da para muchas risas.
En HL Comedy Tours, te contamos esta historia con rigor, pero también con ironía, sarcasmo y alguna que otra carcajada. Porque si no puedes reírte de un colegio que casi incendia el sistema educativo… ¿de qué puedes reírte?
Reserva tu tour con HL Comedy Tours en Barcelona
¿Quieres descubrir la historia de Ferrer i Guàrdia, la Escuela Moderna y otros rincones rebeldes de Barcelona con una buena dosis de humor? Únete a nuestros tours cómicos por Barcelona, donde mezclamos historia, anécdotas y stand-up en las calles más sorprendentes de la ciudad.
Reserva ahora en hlcomedytours.com o histary.es
¡Ríe, aprende y redescubre Barcelona como nunca antes!